Rhenvall
La creación es eterna pero somos mortales. El caudal es incesante, es infinito, inagotable, la creación no se detiene porque la destrucción no se detiene. La erosión es creación. La vejez y la muerte son creación. Nos integramos desintegrándonos. El artista entrega su vida en sacrificio, entrega hasta la última gota de su sangre, entrega sus latidos y sus fluidos y sus visceras, muta traumas y maleficios. Vive por su arte y muere sin su arte.
Y es a través de su arte, iniciado en los misterios, que creará su alma.
Y es a través de su arte, iniciado en los misterios, que creará su alma.